Mientras el mundo se obsesiona con la autonomía y los avances tecnológicos de los vehículos eléctricos, BMW redefine el placer de conducir con un prototipo eléctrico lleno de espíritu de competición. En el Salón Internacional del Automóvil de Shanghái 2025, BMW presentó por primera vez el prototipo eléctrico más potente de su historia: el BMW Vision Driving Experience (conocido como VDX). Este vehículo combina un par de torsión de hasta 18,000 Nm en las ruedas, una carga aerodinámica a nivel de F1 y un avanzado sistema de control central basado en inteligencia artificial Corazón de Alegría, ofreciendo a los conductores una experiencia al volante que supera cualquier expectativa.
La tecnología central de VDX está basada en el nuevo ordenador central desarrollado por BMW, Corazón de Alegría. Este no solo controla la potencia del vehículo, sino que también integra múltiples funciones dinámicas como frenos, recuperación de energía, carga y dirección. Gracias a un procesamiento de datos ultrarrápido y retroalimentación en tiempo real, VDX ofrece una experiencia de conducción más sensible y estable. Lo más impresionante es que el 98% de las operaciones de frenado se pueden realizar mediante la recuperación de energía, aumentando la eficiencia en un 25% en comparación con los sistemas actuales. Esto hace que la respuesta de frenado sea más fluida y precisa, elevando la calidad general de la experiencia de conducción.
En términos de rendimiento, el VDX demuestra un asombroso torque de 18,000 Nm y es capaz de soportar hasta 3G de aceleración lateral, con un sistema de carga aerodinámica activa de 1.2 toneladas, prácticamente comparable a un coche de Fórmula 1. Detrás de estas cifras, BMW utiliza esta plataforma extrema para probar la nueva generación de sistemas de control electrónico, allanando el camino para el sobresaliente desempeño en condiciones reales de los futuros modelos de producción de la Neue Klasse.
En el diseño exterior, VDX hereda el lenguaje de la serie Neue Klasse, destacándose con marcadas líneas en los arcos de ruedas, un diseño de ventanas convergentes y un Nariz de tiburón en la parte frontal. La apariencia general es minimalista pero no pierde su aire agresivo. La carrocería utiliza un recubrimiento autoluminiscente con pigmentos fotosensibles, permitiendo al coche absorber la luz durante el día y emitirla por la noche. Los colores varían entre blanco, amarillo y un vibrante amarillo fluorescente dependiendo de la luz, mientras que la parte trasera y el Película mágica que conquista a los usuarios, bajo la luz ultravioleta, revelan un efecto degradado entre amarillo, naranja y rosa, reflejando a la perfección una estética futurista y tecnológica.
Aunque el VDX no entrará en producción masiva, su existencia trasciende el rol de un vehículo experimental, convirtiéndose en una plataforma de desafío para conceptos de conducción, tecnología de control y conexión emocional. Todos los experimentos de BMW aquí se convertirán en la base tecnológica de los futuros vehículos eléctricos de la Neue Klasse, logrando una fusión perfecta de lujo, eficiencia y experiencia de conducción.
BMW Vision Driving Experience no es simplemente un coche, es una declaración: en un futuro de conducción cada vez más automatizada y sin emociones, BMW sigue recordando 《La pasión del conductor》. Mientras otras marcas continúan optimizando datos, BMW ya ha construido un capítulo futuro lleno de pasión y control a través de la electricidad.



