En el último Foro de Desarrollo de Baterías de Estado Sólido en China, el jefe de tecnología de baterías de BYD, Sun Huajun, reveló que la compañía planea lanzar su primer coche eléctrico equipado con baterías de estado sólido para 2027. Este vehículo eléctrico se aplicará prioritariamente a sus marcas de lujo, como Denza y Yangwang. En su fase inicial, el coche utilizará baterías de estado sólido basadas en sulfuros, y se espera que durante el período de 2027 a 2029 la producción se limite principalmente a demostraciones, con una capacidad de producción bastante reducida, siendo la verdadera producción a gran escala más próxima a la década de 2030.
Actualmente, BYD se ha convertido en el segundo mayor fabricante de baterías para vehículos eléctricos a nivel mundial, solo detrás de CATL. Según datos de SNE Research de 2023, CATL tiene una cuota de mercado del 37.9%, mientras que BYD ocupa el segundo lugar con un 17.2%. Con la continua expansión del mercado global de vehículos eléctricos, la tecnología de baterías sólidas se considera un campo clave de competencia para el futuro.
Además de BYD y CATL, muchos fabricantes de automóviles internacionales también están participando activamente en el desarrollo de baterías de estado sólido. Según los datos, Hyundai abrirá próximamente una línea de producción piloto de baterías de estado sólido, mientras que Honda presentó el año pasado equipos relacionados. Otras marcas como Mercedes-Benz, Toyota, Stellantis y Nissan también están acelerando sus esfuerzos para obtener una ventaja competitiva en el mercado.
Comparado con las baterías de iones de litio existentes, las baterías de estado sólido ofrecen una mayor densidad de energía, mayor seguridad y carga más rápida, por lo que se consideran un gran avance en la tecnología de vehículos eléctricos. Si la tecnología se desarrolla y se produce a gran escala con éxito, tendrá el potencial de aumentar la autonomía de los vehículos eléctricos y reducir los costos de producción, acelerando así su adopción. La industria en general cree que después de 2030, las baterías de estado sólido entrarán en un verdadero periodo de explosión en sus aplicaciones.



