Arabia Saudita, el mayor productor de petróleo del mundo, comenzó un nuevo capítulo en el deporte de la F1 desde que en 2021 incursionó en esta disciplina a través de su compañía petrolera estatal, Aramco. Este movimiento no solo busca alinearse con los Plan Prospectivo 2030, sino también impulsar la transformación industrial del país. En sus inicios, Arabia Saudita invirtió en la F1 mediante Aramco y la carrera urbana en Jeddah, y posteriormente llegó a ser accionista y patrocinador principal de los equipos McLaren Group y Aston Martin. Según un informe de Bloomberg, el gobierno saudí también intentó adquirir el grupo operativo de la F1, FOG, a través de su fondo de inversión estatal PIF. Sin embargo, dicho plan no se concretó, lo que generó tensiones entre la FIA y Liberty Media.
A pesar de los contratiempos en los planes de adquirir FOG, Arabia Saudita sigue decidida a invertir en la F1. El príncipe heredero saudí Khalid bin Sultan Al-Abdullah Al-Faisal reveló en una entrevista su pasión por operar un equipo en el circuito de la F1 y habló sobre los avances en el nuevo circuito de Qiddiya. Según las normativas actuales Acuerdo de Concordia, el número máximo de equipos participantes en la F1 está limitado a 12. Con la incorporación de Cadillac y rumores de que algunos equipos están buscando nuevos inversores o compradores, las declaraciones de Khalid resultan completamente razonables.
Si Arabia Saudita desea adquirir competitividad rápidamente, la opción más razonable sería comprar un equipo ya existente. Se rumorea que Lawrence Stroll, presidente de Aston Martin, ya ha decidido vender acciones valoradas en aproximadamente 75 millones de libras esterlinas para obtener una financiación de 125 millones de libras. Además, también existe la posibilidad de que Renault se retire del desarrollo de unidades de potencia y libere acciones del equipo Alpine.
Además, Khalid tiene la esperanza de que las competiciones en Arabia Saudita puedan convertirse en el escenario inaugural de la temporada de F1, e incluso sueña con que Qiddiya sea sede de una segunda carrera de F1 en el país. Aunque no todos los aficionados al automovilismo están entusiasmados con estas ideas, todo esto refleja cómo los enormes recursos económicos de la región árabe están influyendo cada vez más en los eventos deportivos profesionales a nivel global.



