Según los últimos reportes de medios extranjeros, Apple podría estar planeando adquirir el Tarjeta de oro de Trump (Trump Gold Card) por un precio de hasta 5 millones de dólares (aproximadamente 39 millones de dólares de Hong Kong), con la esperanza de aprovechar esta maniobra política para obtener una reducción de aranceles y así conseguir más tiempo para ajustar su estrategia de producción.
El analista Guo Mingqi ha señalado que la acción de Apple podría estar motivada por el deseo de suavizar la postura de Trump hacia la industria tecnológica, apoyando su plan de la tarjeta dorada, al tiempo que disminuye su preocupación por los aranceles sobre el iPhone. Considera que, si tiene éxito, Apple podría beneficiarse a corto plazo, obteniendo un respiro para prepararse mejor para su plan de reubicación.
Durante un evento público, Trump también mencionó a Apple, declarando que si los productos de Apple no se producen localmente en Estados Unidos, se impondrían aranceles punitivos. Esta amenaza provocó una presión sobre el precio de las acciones de Apple, haciendo que su capitalización de mercado se evaporara en decenas de miles de millones de dólares. Kuo Ming-Chi también señaló que, si el CEO de Apple, Tim Cook, no logra establecer una buena comunicación con el equipo de Trump en el Medio Oriente u otras regiones estratégicas, Apple tendrá que buscar otras alternativas.
Aunque Apple prometió invertir 500 mil millones de dólares en Estados Unidos (alrededor de 39 billones de dólares de Hong Kong) para establecer bases de manufactura, en realidad, la mayor parte de la producción del iPhone todavía depende de países asiáticos, incluidos China y la India. Si finalmente no logra convencer al gobierno de Trump de implementar políticas arancelarias, Apple podría verse obligado a acelerar el traslado de su línea de producción desde China o la India hacia Estados Unidos.



