Canadá ha anunciado recientemente que decide retractar su plan de impuesto sobre servicios digitales (Digital Services Tax), buscando allanar el camino para reanudar las negociaciones comerciales con Estados Unidos que habían sido interrumpidas. Este cambio de política muestra que el Primer Ministro canadiense Mark Carney y el Presidente de Estados Unidos Donald Trump han fortalecido sus conversaciones tras la reciente cumbre del G7, con la esperanza de alcanzar un nuevo acuerdo comercial en un futuro cercano.
Según una declaración del Ministro de Finanzas y de la Agencia de Impuestos de Canadá, François-Philippe Champagne, el plan de impuestos para empresas en línea ha sido oficialmente retirado. Esta política fiscal estaba destinada a entrar en vigor este lunes y se aplicaría de forma retroactiva desde 2022. Los resultados de las negociaciones entre Carney y Trump llevaron a ambos a acordar reanudar las conversaciones en las próximas semanas, con el objetivo de promover un acuerdo bilateral mutuamente beneficioso, aunque la Casa Blanca aún no ha respondido.
El viernes pasado, Trump interrumpió de forma repentina las negociaciones comerciales con Canadá, describiendo el impuesto sobre los servicios digitales como Un ataque abierto y directo contra EE. UU., lo que provocó un rápido deterioro en las relaciones económicas entre ambos países. Durante mucho tiempo, Trump ha considerado este tipo de impuestos dirigidos a las empresas tecnológicas como Barreras comerciales no arancelarias, criticando a otros países por excluir a las empresas estadounidenses del acceso a sus mercados locales.
Canadá y Estados Unidos son los socios comerciales más cercanos de América del Norte. El año pasado, las importaciones de Canadá desde Estados Unidos alcanzaron un valor total de 349,000 millones de dólares (aproximadamente 27.2 billones de dólares de Hong Kong), mientras que las exportaciones hacia Estados Unidos sumaron 413,000 millones de dólares (alrededor de 32.2 billones de dólares de Hong Kong), convirtiéndose en la tercera mayor fuente de productos importados de Estados Unidos. Sin embargo, desde que Trump regresó a la Casa Blanca en enero de este año, ha estado amenazando con imponer aranceles a Canadá, llegando a decir que aplicaría un arancel mínimo del 25% a todos los productos exportados desde Canadá, lo que ha tensionado notablemente las relaciones bilaterales.
Después de asumir el cargo, Trump realizó un ajuste significativo en las políticas comerciales. Además de aumentar los aranceles sobre los productos canadienses, también implementó medidas similares para varios países. Estos cambios han llevado a las empresas a sentir que su estructura de costos futura es difícil de prever, interrumpiendo los planes de muchas compañías para la segunda mitad del año. Es importante destacar que el 9 de julio es la fecha límite para que varios países lleguen a un acuerdo sobre el arancel Mutuo con Estados Unidos; si no logran llegar a un acuerdo, EE. UU. podría imponer aranceles de represalia. Actualmente, no está claro si Trump extenderá este plazo para las negociaciones.



