Recientemente, el renombrado estudio de arquitectura Zaha Hadid Architects ha inaugurado con gran pompa el Museo de Tecnología de Shenzhen en el distrito de Guangming, en Shenzhen, China. Este innovador edificio, que evoca la imagen de una nave espacial, se prevé que se convierta en un hito importante en la Gran Área de la Bahía, una región que se posiciona como el núcleo de la innovación tecnológica, con una población cercana a los cien millones.
El diseño del museo se centra en una sólida estructura esférica orientada hacia la ciudad, que se extiende hacia el oeste hasta el cercano parque científico, transformándose en una serie de dinámicas terrazas al aire libre que ofrecen vistas a un paisaje natural exuberante. Estas terrazas no solo son una extensión de las salas de exposición interiores, sino que también rodean un majestuoso atrio central, creando un nuevo espacio público lleno de energía. El estilo futurista de la arquitectura continúa con el característico diseño aerodinámico de Zaha Hadid, con un revestimiento de acero inoxidable bicolor que transita de un azul profundo a un gris, como si representara el movimiento de los cuerpos celestes, realzando aún más su atractivo visual.
Este museo cuenta con una superficie total de construcción de más de 128,000 metros cuadrados, disponiendo de 35,000 metros cuadrados destinados a exposiciones permanentes y temporales, además de incluir 6,000 metros cuadrados de un teatro inmersivo y instalaciones cinematográficas. Más allá de esto, el museo alberga 5,400 metros cuadrados de laboratorios de investigación, instalaciones educativas y un centro de innovación, diseñados con un enfoque especial en la sostenibilidad, buscando obtener la calificación de tres estrellas en edificios verdes, la más alta en China. El museo implementa varias estrategias ambientales pasivas, como la reducción de ganancias de calor solar y un sistema de fachadas ventiladas, para lograr un efecto de ahorro energético y reducción de carbono. Además, se ha incorporado un sistema de recuperación de aguas grises y recolección de aguas pluviales para disminuir la demanda de agua, y se utilizan paneles fotovoltaicos para generar energía in situ. Durante todo el proceso de construcción, se emplearon tecnologías digitales avanzadas, incluyendo BIM y escaneo 3D, proporcionando apoyo técnico para asegurar la precisa realización de esta compleja forma arquitectónica.



