Según un estudio reciente publicado en Revista Internacional de Psicología Fisiológica, los jugadores experimentan un aumento en su sensación subjetiva de presión durante las secciones del juego que contienen contenido violento, sin embargo, las respuestas fisiológicas reales muestran una tendencia opuesta, sugiriendo que hay un efecto de alivio del estrés presente en el juego. Esta investigación exploró la reacción de presión de los jugadores mientras jugaban a Una historia de una plaga: Requiem, y los indicadores fisiológicos disminuyeron claramente, ya sea en escenas violentas o no violentas.
El estudio, liderado por Gary L. Wagener, involucró a 82 jugadores con edades entre 18 y 40 años. A través de Prueba de presión de la evaluación social (SECPT), se indujeron factores de estrés, pidiéndoles que sumergieran su mano no dominante en agua helada a 4 grados Celsius durante tres minutos, y se les realizó una consulta emocional cada 20 segundos.
A continuación, los participantes fueron divididos en dos grupos, cada uno experimentando diferentes capítulos del juego en PlayStation 5. El primer grupo se adentró en tramas de sigilo y combate violentas, mientras que el segundo se centró en segmentos no violentos que impulsaban la narrativa. La ambientación del juego se sitúa en el siglo XIV en Francia, girando en torno a la lucha entre un par de hermanos y fuerzas sobrenaturales.
Los indicadores fisiológicos muestran que, independientemente del grupo al que pertenezcan los participantes, todos experimentan un aumento en la frecuencia cardíaca y en los niveles de hormonas del estrés tras la prueba con agua fría. Sin embargo, después de la experiencia de juego, los indicadores corporales regresan a un estado más estable, lo que sugiere que, incluso con elementos violentos, esta experiencia puede ayudar a reducir el estrés. En cambio, las reacciones emocionales subjetivas difieren entre los dos grupos: los jugadores que experimentaron las secciones violentas generalmente sienten un aumento en la presión y una disminución en el grado de relajación, mientras que aquellos que jugaron las secciones no violentas notan una mejora en su estado emocional.
El equipo de investigación explica que este fenómeno de Desconexion entre la mente y el cuerpo podría deberse a la forma en que los jugadores evalúan el contenido del juego. Las escenas de violencia suelen requerir más desafíos y reacciones, pero, según los datos fisiológicos, independientemente del contenido del juego, los indicadores de estrés han disminuido. El estudio también señala que esta investigación se centró únicamente en un juego específico, y en el futuro se debería realizar una verificación más profunda en diferentes tipos de juegos para explorar la diversidad de su impacto en el bienestar físico y mental.



