En la emocionante segunda ronda de los playoffs de la NBA en 2025, los Minnesota Timberwolves cayeron 99-88 contra los Golden State Warriors, sin poder mostrar toda su fuerza. Frente a este veterano equipo con cuatro campeonatos en su historial, los Wolves tuvieron un mal día en los tiros exteriores, sumado a una actuación inesperada de Green, lo que hizo que el partido se fuera de control muy pronto. Aunque los Wolves intentaron encontrar una brecha en la defensa, al final no lograron detener eficazmente el ataque de los Warriors, manteniendo viva la leyenda de la remontada en los playoffs del equipo de San Francisco.
La estrategia de ataque de los Wolves grises, aunque tiene sentido, carece de una ejecución sólida. Chris Finch señaló que el equipo no mantiene la consistencia en crear oportunidades de tiro óptimas, lo que altera el ritmo del partido. Especialmente en los lanzamientos desde la línea de tres puntos, frente a la defensa de los Warriors, los Wolves muestran deficiencias en pases y movimiento sin balón; los intentos de triples de jugadores como FAIR y otros se ven claramente afectados por la presión, impidiéndoles encontrar espacios efectivos para anotar.
Al comenzar la segunda sección, la defensa de los lobos grises mejoró algo, logrando crear algunas oportunidades de contraataque gracias a la defensa de Reid y Gobert, pero los errores consecutivos resultaron ser su talón de Aquiles. Especialmente las múltiples equivocaciones de Randle, que hicieron que los lobos grises perdieran varias oportunidades claras de anotar, impidiéndoles convertir su ventaja en puntos concretos. Esto permitió a los Warriors contraatacar y aprovechar esa situación. Aunque las 16 pérdidas de balón en todo el partido no permitieron a los Warriors anotar demasiado, sí impactaron enormemente en las chances de los lobos grises de recuperarse y acortar la diferencia.
En la lucha por los rebotes, el rendimiento de los Timberwolves tampoco cumplió con las expectativas. Los jugadores fuera de la línea de tres puntos mostraron una clara desventaja en la competencia, dificultando la transición defensiva y siendo susceptibles a los ataques de los Warriors. Estos problemas en serie hicieron que los Timberwolves carecieran de la agresividad y resiliencia necesarias al enfrentarse a rivales que han pasado por series intensas. A pesar de que Curry se lesionó durante el partido, los Wolves aún no lograron aprovechar esa oportunidad favorable.
Para el joven jugador Ant, ante tanta presión, su estado psicológico se vio afectado, lo que hizo que su rendimiento ofensivo fuera tímido y no lograra aprovechar las oportunidades. Chris Finch señaló que el estado mental de los jugadores influye directamente en su rendimiento durante el juego, y esto es claramente visible en la actuación de Ant. Los Wolves necesitan fortalecer su ajuste mental para buscar una oportunidad de recuperación en los próximos partidos.



