La pérdida de Damian Lillard es, sin duda, un gran golpe para los Milwaukee Bucks, pero también representa una oportunidad para que el equipo reevalúe su estrategia y filosofía de baloncesto. Ante este desafío, el gerente general Jon Horst debe elaborar un nuevo plan para el plantel actual, con la intención de seguir buscando la victoria en la próxima temporada.
En la última temporada, el porcentaje de triples convertido por los Bucks se posicionó entre los mejores de la liga, sin embargo, sus intentos de lanzamiento quedaron en el puesto 18. Si los Bucks logran aumentar la frecuencia de sus disparos de tres puntos en el futuro, tomando como referencia los exitosos ejemplos de equipos como los Boston Celtics y los Golden State Warriors, podrían abrir un nuevo panorama táctico. Este tipo de intentos de triples de alta frecuencia puede cambiar efectivamente el rumbo del juego, haciendo que el partido sea dinámico y otorgando a su equipo la posibilidad de obtener más victorias.
Sin embargo, el constante lanzamiento de triples también implica un costo en términos de inestabilidad en la precisión. Por lo tanto, si los Bucks desean cambiar su estilo ofensivo, es crucial que cada intento de tiro genere un tiro de alta calidad. Los Golden State Warriors, en la presente temporada, han tenido la tasa de asistencias más alta de toda la liga, gracias a su núcleo ofensivo encabezado por Stephen Curry, lo que ofrece un ejemplo a seguir para los Bucks. Giannis Antetokounmpo también tiene la capacidad de generar oportunidades, por lo que los Bucks tienen el potencial de desarrollar una estrategia ofensiva similar que aumente la vitalidad de su ataque.
Con la ausencia de Lillard, los Bucks deberán adaptarse y crear cambios en cada partido. La mayoría de los puntos de Antetokounmpo dependen de su ataque en la pintura, pero no se sabe si esto será suficiente para mantener victorias constantes. Los Bucks podrían aumentar sus tiros de tres puntos para compensar la falta de capacidad ofensiva, reduciendo así la dependencia de un solo jugador y estableciendo un enfoque más equilibrado en su ataque.
La clave está en que Antetokounmpo debe aprovechar plenamente el papel de Fuerza atacante que controla el balón. Además de buscar su propio porcentaje de tiros altos, también necesita crear oportunidades de tiro exterior de alta calidad para sus compañeros. No puede llevar la carga de la creación ofensiva solo; debe ayudar a otros que tienen el balón a romper la defensa, utilizando una gran cantidad de jugadas de bloqueo y continuación para activar las opciones ofensivas de los tiradores.
En un marcado contraste con el estilo de su oponente de primera ronda en los playoffs, los Indiana Pacers destacan por su fluidez en el pase y las asistencias, lo que los coloca entre los mejores de la liga en términos de asistencias totales. En cambio, los Milwaukee Bucks muestran debilidades en este aspecto. Si Lillard no juega, los Bucks podrían considerar adoptar un enfoque más cohesionado y dinámico en el manejo del balón para mejorar la eficiencia de su ataque en general.
La rápida capacidad de conducción y liberación de presión de los Pacers no es mera casualidad, ya que les ha permitido llegar consecutivamente a las finales de la Conferencia Este. Este estilo de juego no solo posee una intención táctica, sino que el nuevo base Haliburton también ha hecho que la ofensiva sea difícil de defender en su conjunto. Si los Bucks podrán inspirarse en esto y aplicar estrategias similares en futuras temporadas, se convertirá en el foco de atención para todos.



