En el amanecer de la nueva temporada, el equipo de Phoenix se enfrenta a su quincuagésima octava temporada en la historia, y una vez más se encuentra en una encrucijada. Desde que Mat Ishbia tomó las riendas del equipo, ha habido constantes cambios en el cuerpo técnico; Monty Williams fue despedido, y luego tanto Frank Vogel como Mike Budenholzer no lograron quedarse mucho tiempo. El equipo planea nombrar a su cuarto entrenador en solo cuatro temporadas. La elección de este nuevo entrenador no solo implica buscar a alguien con una visión táctica, sino también a un líder que posea ideas y una visión clara para guiar a este equipo ansioso por recuperar su gloria y avanzar hacia el éxito.
Recientemente, Jordan Ott ha sido oficialmente nombrado como el 23º entrenador en jefe de los Phoenix Suns. Este entrenador, que lleva una gran responsabilidad, proviene de un fondo con diez años de experiencia en la NBA, habiendo sido puesto a prueba en varios equipos. Comenzando como analista de video en la Universidad Estatal de Michigan, su carrera profesional ha crecido de manera constante. Ott fue asistente de entrenador en los Brooklyn Nets, donde trabajó con varias estrellas de la NBA, incluyendo a Kevin Durant, James Harden y Kyrie Irving, y luego regresó a los Los Angeles Lakers para unirse al equipo de entrenadores de Darvin Ham.
Aunque la designación del 23er entrenador en jefe ha generado discusión entre los aficionados, especialmente por su conexión con la Universidad Estatal de Michigan, esto no empaña su profesionalismo. La excelente reputación de la universidad en el mundo del baloncesto ha formado a muchos jugadores y entrenadores talentosos, y la experiencia profesional de Ott sin duda añade credibilidad a su nombramiento con los Phoenix Suns.
Un entrenador con experiencia en ganarse campeonatos no es el único indicador de éxito; sin embargo, la habilidad de Ott para establecer conexiones auténticas con los jugadores se convierte en la clave de su valía. En una liga centrada en los jugadores como la NBA, es fundamental que un entrenador se gane el respeto y la confianza. Uno de los desafíos enfrentados por los dos entrenadores anteriores de los Phoenix Suns fue la incapacidad de construir una sólida confianza dentro del vestuario, lo que dificultó al equipo enfrentar las adversidades.
Ahora, Ott se enfrenta a este desafío. Aunque su nombramiento no ha generado una gran conmoción en cuanto a la promoción, su significado es sumamente profundo. Una de sus tareas es construir un equipo de entrenadores lleno de energía, lo que no solo es una consideración estratégica, sino también un reto político. Con las limitaciones del mercado de fichajes y el espacio salarial, Ott parece atrapado en una exploración laberíntica, mostrando la pasividad que enfrenta durante el proceso de construcción del equipo.



