¡La expectativa de las Finales de la NBA finalmente se ha revelado! En el tan esperado Game 7, el Oklahoma City Thunder logró una emocionante victoria en casa, derrotando a los Indiana Pacers por 103:91 y llevándose a casa su primer trofeo Larry O’Brien en la historia del equipo. La atmósfera en el estadio estaba llena de energía y emoción.
Esta serie de competiciones ha estado llena de momentos intensos, y cada partido ha visto a los jugadores entregarse al máximo por la victoria. Sin embargo, en el crucial Game 7, ocurrió un inesperado giro. En el primer trimestre, el jugador estrella de los Pacers, Tyrese Haliburton, estaba en racha, anotando tres triples, pero en una jugada ofensiva, de repente se desplomó sin ninguna contención, mostrando una expresión de gran dolor, y fue escoltado al vestuario. Su padre confirmó más tarde que Haliburton había sufrido una lesión en el tendón de Aquiles, y finalmente solo jugó 7 minutos antes de ser forzado a retirarse. Si no hubiese sido por esta lesión, el desenlace del Game 7 podría haber sido muy diferente.
Los Pacers, al perder a su núcleo, se encontraron en dificultad para competir contra los @okcthunder, quienes contaron con cinco jugadores que anotaron en doble dígito. Entre ellos, el líder Shay Gilgeous-Alexander tuvo una actuación sobresaliente en el decisivo, anotando 29 puntos y sumando 12 asistencias y 5 rebotes. Su rendimiento constante y amenazante le valió, sin lugar a dudas, el título de Jugador Más Valioso de las Finales (Finals MVP). Para él, que además obtuvo el MVP de la temporada regular, esta temporada perfecta representa un éxito verdaderamente revolucionario.
Desde la etapa de reconstrucción hasta la gloria actual, el Oklahoma City Thunder ha demostrado su potencial y determinación. Este campeonato no solo es un hito para SGA, sino también el más alto reconocimiento al esfuerzo de años de este joven equipo. Con el cierre de la temporada 2024-25 de la NBA, ¡felicitaciones al Oklahoma City Thunder por haber inaugurado un nuevo capítulo brillante!



