En un emocionante partido de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL), los Buffalo Bills lograron una sorprendente remontada en los últimos minutos del cuarto cuarto, derrotando a los Baltimore Ravens con un marcador de 41 a 40. Este encuentro no solo marcó el primer caso en la historia de la NFL en que se presenta este resultado, sino que también se convirtió en un excelente ejemplo de cómo revertir una desventaja de 15 puntos con menos de 4 minutos en el reloj, evidenciando la extrema tensión y competencia feroz del juego.
A medida que el partido avanzaba hacia el cuarto cuarto, el desempeño de Josh Allen era digno de un superhéroe, guiando a los Bills en un momento crítico para revertir la situación, mientras que los Ravens, tras cometer errores clave, dejaban escapar la victoria. A pesar de que los Bills han sufrido intensamente en su historia, en este encuentro algunos aficionados decidieron abandonar el estadio antes de tiempo, eligiendo regresar a casa a descansar. Allen comentó después del partido: El partido dura 60 minutos y antes de que termine, nadie puede hacer afirmaciones definitivas. No culpo a algunos aficionados por sus comportamientos, pero deberían darnos más confianza..
La actuación de Allen fue asombrosa, completó 46 de 33 pases, logrando 394 yardas, y contribuyó con 2 touchdowns tanto por pase como por carrera. Especialmente en el último cuarto, aportó 251 yardas de pase en un solo período, mostrando su increíble habilidad y ayudando a los Bills a anotar 22 puntos en esa parte del juego. Por otro lado, el veterano de 27 años, Matt Prater, fue llamado de emergencia para jugar cuando el pateador titular estaba lesionado, y logró un gol de campo de 32 yardas que lo convirtió en el héroe del partido; rápidamente, el equipo decidió ficharlo.
Desde el año 2000, el récord de la NFL en los partidos donde un equipo va perdiendo por 15 puntos o más en los últimos 4 minutos es desolador, con solo 3 victorias y 2,312 derrotas. Sin embargo, el equipo de los Bills logró cambiar esta cifra a 4 victorias y 2,312 derrotas, demostrando su competitividad. Según datos relevantes, la probabilidad de victoria de los Bills cuando quedaban 8:37 en el reloj era solo del 1.1%, lo que sin duda resalta la imprevisibilidad del juego.
A pesar de que la ofensiva de los Ravens ha mostrado un buen desempeño, las brillantes actuaciones de Derrick Henry y Zay Flowers se vieron empañadas por errores que le dieron a los Bills la oportunidad de contraatacar. El entrenador de los Ravens, Harbaugh, admitió después del partido que el equipo necesita considerar con más cautela las opciones tácticas al final del juego. Este estilo conservador parece haber aparecido en varias ocasiones durante su etapa al frente de los Ravens, y es importante destacar que los problemas derivados de este patrón son cada vez más evidentes. En la NFL moderna, saber cómo enfrentar a un mariscal de campo como Josh Allen cuando se está en ventaja se ha convertido en el desafío clave que los Ravens deben resolver.



