En la temporada 2023-24, los New York Knicks, bajo el liderazgo del entrenador Tom Thibodeau, siguen mostrando un estilo robusto, destacando especialmente en defensa y en la lucha por los rebotes, convirtiéndose en un equipo destacado de la liga. Aunque en general se piensa que los Knicks son un equipo que se inclina hacia el tiro exterior, en realidad, su rendimiento en el control de rebotes es aún más impresionante. A pesar de la larga ausencia de Mitchell Robinson, el equipo ha logrado mantener un porcentaje de rebotes totales del 57.7%, un dato que supera con creces la media de la liga.
El regreso de Robinson ha inyectado una solidez extraordinaria al equipo, su influencia durante los partidos es innegable. En los playoffs contra los Boston Celtics, cuando estuvo en la cancha por 43 minutos, el equipo logró una ventaja de 32 puntos sobre su rival, convirtiéndose en el pilar defensivo de los neoyorquinos en la pintura. No solo limitó eficazmente el porcentaje de aciertos en el área interna del adversario, manteniéndolo en un 42%, sino que también generó innumerables oportunidades de segundas jugadas para sus compañeros, asegurando que el ritmo ofensivo y defensivo se mantuviera fluido.
Los desafíos de esta temporada no solo provienen de los rivales, sino que también incluyen las lesiones y cambios en la alineación. Después de perder a Isaiah Hartenstein, el equipo se vio claramente debilitado en la pintura, y con los problemas de lesión de Robinson, tuvo que buscar refuerzos, decidiendo finalmente fichar a Karl-Anthony Towns. Aunque esta decisión ha aumentado la profundidad general del equipo, la eficiencia de su diferencial de puntos no ha mejorado como se esperaba, incluso experimentando un ligero descenso, lo que refleja que la integración táctica aún necesita tiempo para ajustarse.
En términos de estilo táctico, parece que el enfoque de Thibodeau, famoso por su intensidad defensiva y disciplina, ha cambiado un poco esta temporada. Especialmente cuando se enfrenta a equipos de nivel similar o incluso superiores, el desempeño defensivo de los neoyorquinos no ha logrado mantener su nivel durante todo el partido, y la rotación defensiva en momentos clave y la protección de la pintura no han sido las mejores. Sin embargo, tan pronto como Robinson salta al campo, la calidad defensiva se eleva drásticamente, demostrando que para el equipo, él no es solo un pívot, sino un verdadero muro defensivo.
Los datos muestran que cuando Robinson está en la cancha, los neoyorquinos pueden mantener una ventaja constante tanto en los rebotes ofensivos como defensivos, además de presionar aún más la eficiencia del ataque de rebote de sus oponentes. En comparación con los Boston Celtics, la proactividad y eficiencia de los neoyorquinos en la lucha por los rebotes es superior, lo que resalta un factor clave para mantenerse competitivos en partidos difíciles. Incluso si la alineación titular no puede mantener un alto rendimiento a largo plazo, la producción constante de Robinson sigue siendo el punto de inflexión para que el equipo busque la victoria.
A medida que los playoffs avanzan, los neoyorquinos esperan recuperar ese estilo basado en la defensa y la dominación en la pintura bajo la dirección de Thibodeau. La salud de Robinson afectará directamente las posibilidades del equipo de avanzar en los playoffs, ya que no solo es un pilar defensivo, sino también un símbolo de la fe y la perseverancia del equipo.



