En la más reciente final de la UEFA Champions League, el Paris Saint-Germain apabulló al Inter de Milán con un increíble 5-0, estableciendo la mayor diferencia de goles en la historia de la Champions y convirtiéndose en el tema del momento. A pesar de que el Inter ha llegado a la final en dos ocasiones en los últimos tres años y ha lidiado con lesiones frente a gigantes como el Bayern Múnich y el Barcelona, en este partido se mostró completamente impotente, evidenciando la gran disparidad de fuerzas con el Paris Saint-Germain.
En esta final de la Champions League, profundizaremos en el desarrollo del partido y sus momentos clave, especialmente en las diferentes tácticas utilizadas por ambos equipos. El Inter de Milán logró derrotar al Barcelona en las semifinales, demostrando su resistencia; sin embargo, en la final, fue completamente dominado por el PSG. Este resultado inesperado, que debió ser un duelo entre titanes, se convirtió en una exhibición unilateral que revela la diferencia de nivel entre los equipos.
En cuanto a las alineaciones iniciales de ambos equipos, el Paris Saint-Germain optó por un esquema 4-3-3, mientras que el Inter de Milán eligió un 3-5-2. Aunque ambos equipos se centran en el juego de posesión, las habilidades técnicas de los jugadores del Paris Saint-Germain les permiten ejecutar combinaciones rápidas y densas en espacios reducidos con gran fluidez. Por el contrario, el estilo de juego del Inter de Milán resulta un tanto monótono, ya que depende principalmente de la retirada de los delanteros y del avance rápido del mediocampo para crear oportunidades de ataque.
Desde el inicio del partido, el control del balón estuvo claramente dominado por el Paris Saint-Germain, mientras que el Inter de Milán no pudo ejercer una presión alta efectiva, permitiendo a los defensas y al portero del rival manejar el balón con facilidad. Esto podría relacionarse con su promedio de edad más elevado y la falta de condiciones físicas para soportar la intensidad de la presión. Por otro lado, la presión alta ejercida por el Paris Saint-Germain hizo que el Inter de Milán enfrentara una gran presión durante sus pases y salidas.
Aunque el Inter de Milán siempre ha destacado por su juego en el suelo, especialmente al buscar oportunidades de ataque con la excelente combinación entre Bastoni y Dimarco, en este partido se encontró con la sólida defensa del Paris Saint-Germain. A pesar de algunas ofensivas aisladas en la primera mitad, la amenaza hacia el gran Paris fue prácticamente inexistente. Al final, el Paris logró abrir el marcador gracias a la conexión entre Duhamel y Dembélé, lo que evidencia las debilidades defensivas del Inter de Milán.
Al enfrentarse a la presión del Paris Saint-Germain, el Inter de Milán expuso completamente sus deficiencias en ataque, con un estilo de juego ofensivo que no estuvo a la altura, sumiéndolos en la mediocridad. Aunque Lautaro se esforzó en busca de oportunidades, la calidad de sus pases fue claramente insuficiente para satisfacer las necesidades ofensivas, revelando las áreas que deben mejorar cuando se enfrentan a rivales fuertes.



