En el próximo séptimo partido de las finales, Shai Gilgeous-Alexander llevó a los Oklahoma City Thunder a la conquista del campeonato con una actuación casi perfecta y fue nombrado el jugador más valioso de las finales. Este jugador interpretó con calma y estabilidad el estilo de este joven equipo, mostrando sus habilidades de liderazgo en el escenario más grande y marcando el comienzo de su propia era.
Después de que los Oklahoma City Thunder cayeran 91-108 ante los Indiana Pacers en el sexto juego de las finales, Gilgeous-Alexander expresó su decepción por su pobre desempeño. En ese partido, solo logró 21 puntos y 2 asistencias, sin poder aportar de manera positiva en un ambiente de alta presión, lo que llevó a que la serie se empatara 3-3.
Después del sexto juego, Gilgeous-Alexander analizó con calma los problemas de pérdidas del equipo, reconociendo que él mismo tuvo 8 pérdidas y que es crucial proteger la posesión en el séptimo juego. Destacó que, en partidos clave, es necesario mostrar lo mejor de uno mismo y tener una preparación realista y metas claras para la victoria.
A lo largo de toda la temporada, este joven base ha deslumbrado a los aficionados con su experimentada forma de llevar el ritmo del partido, promediando 32.7 puntos y 6.4 asistencias por encuentro. Esto no solo lo convirtió en el máximo anotador de la liga, sino que además dominó los momentos clave del cuarto periodo en cada partido. Sobre su estilo de juego, el entrenador del Thunder, Mark Daigneault, comentó que Gilgeous-Alexander siempre logra encontrar el ritmo adecuado en la cancha y asume el control del juego, manteniéndose sereno incluso ante la presión.
Bajo presión, su calma y su actitud positiva de enfrentarse a los retos lo convirtieron en el primer jugador canadiense en recibir simultáneamente el premio al Jugador Más Valioso de la temporada y de la final, lo que le otorga un potencial impresionante para convertirse en la nueva generación de superestrellas de la liga. Además, tras el partido, siguió con sus costumbres y se convirtió en el primer jugador en entrar al comedor de los jugadores, viendo vídeos del partido junto a sus compañeros, sin olvidar estrechar la mano de sus oponentes, alentar a su equipo y firmar autógrafos con entusiasmo a los aficionados, demostrando así su carisma.
Desde que en 2019 Gilgeous-Alexander fue intercambiado de Los Angeles Clippers a los Oklahoma City Thunder, pocos podían prever que se convertiría en el futuro Jugador Más Valioso de la liga. En ese momento, era solo un joven base con un potencial incierto, pero poco a poco, y gracias a su constante crecimiento, ganó el reconocimiento de entrenadores y compañeros de equipo. Chris Paul, quien fue su mentor, incluso comentó que Gilgeous-Alexander es un apasionado del baloncesto, con una gran atención a los detalles del juego y una capacidad de aprendizaje impresionante. Todo este esfuerzo se refleja claramente en sus estadísticas: de 10.8 puntos en su año de novato, hoy ha alcanzado los 32.7 puntos, convirtiéndose en un verdadero dominador de la liga.



