En el emocionante enfrentamiento de esta temporada de playoffs, los neoyorquinos mostraron nuevamente una gran resiliencia al desafiar a los Celtics como visitantes y completar un espectacular regreso en el último cuarto, ganando por un punto y logrando así su segunda victoria consecutiva sobre el rival, aumentando la tensión en la serie. En los primeros compases del partido, los neoyorquinos no tuvieron un desempeño óptimo, con una ofensiva desorganizada y siendo superados en los rebotes. Sin embargo, el equipo no se desanimó; a medida que avanzaba el segundo cuarto, el ritmo comenzó a estabilizarse, y Karl-Anthony Towns junto con Josh Hart empezaron a establecer una ventaja en la pintura, complementados por una estrategia defensiva sólida que les permitió reducir la diferencia en el marcador.
A pesar de que los Celtics, liderados por Jaylen Brown y Derrick White, mantienen una agresividad notable en los tiros de media distancia y en los contraataques, su porcentaje de aciertos en triples sigue siendo un punto débil crítico para el equipo. Los neoyorquinos, por su parte, ejercen presión constante gracias a su anotación sólida en la pintura. En el último cuarto, los neoyorquinos ejecutaron el mejor segmento ofensivo del partido, anotando 28.4 puntos en un solo cuarto, la cifra más alta entre todos los equipos de los playoffs, logrando así revertir una desventaja de 20 puntos.
Mikal Bridges se convirtió en la clave para la remontada, aportando 14 puntos en el último cuarto, incluidos un tiro de media distancia crucial y una bandeja en un contraataque, que rasgaron eficazmente la defensa de los Celtics. Jalen Brunson, como el eje del juego, mantuvo el ritmo a pesar de que su energía bajaba visiblemente, creando múltiples oportunidades de anotación. En los últimos dos minutos, los neoyorquinos cerraron filas en defensa, bloqueando las penetraciones y tiros de Jayson Tatum, lo que resultó ser uno de los factores claves para la victoria.
Los Celtics, a pesar de mantener un rendimiento sólido en general, han mostrado una dependencia excesiva del tiro exterior, lo cual se ha convertido en una limitación, especialmente al final del partido, donde no lograron generar oportunidades efectivas para lanzar. En contraste, los neoyorquinos aprovecharon más las penetraciones y las combinaciones debajo del aro para conseguir puntos reales, además de dominar claramente en las estadísticas de rebotes ofensivos, lo que inclinó el resultado del partido a favor del equipo visitante.
Esta victoria no es solo un cambio en el marcador, sino un gran impulso a nivel psicológico. Los neoyorquinos lograron revertir una desventaja considerable, demostrando que, incluso si los jugadores clave están un poco fatigados, siempre que el equipo juegue de manera ordenada, la victoria sigue siendo posible. A medida que Bridges y Towns se integran más en el sistema, las opciones ofensivas aumentan, y con la capacidad del equipo para anotar en el último cuarto siendo la mejor entre todos los equipos participantes, el rumbo de los próximos partidos se volverá más desafiante y lleno de variables.



