La colección de otoño/invierno 2025 de Prada hizo su debut en la Semana de la Moda de Milán, con el espectáculo celebrado en el Deposito de la Fundación Prada en Milán, atrayendo a numerosas celebridades, incluyendo a Bae Doona, KARINA, Hunter Schafer, Maya Hawke y Gal Gadot.
En este gran espectáculo, la colección creada conjuntamente por Miuccia Prada y Raf Simons explora a fondo el significado y la definición de las cualidades de la mujer actual. A través de la moda, plantea una serie de interrogantes para fomentar una reflexión colectiva sobre las características típicas de la mujer y el concepto de belleza, reflejando cómo estas ideas evolucionan con los cambios en la sociedad.
Las prendas de la colección son como obras de arte caminantes; sus vestidos evolucionan constantemente, simbolizando la diversidad de las cualidades femeninas. Estas piezas son únicas, liberadas de su funcionalidad original, con un diseño que hace difícil reconocerlas a simple vista, como si insinuaran una profunda interrogante sobre su significado. Con cada movimiento, casual pero no intencionado, el significado de la ropa cambia continuamente, mostrando el choque entre elementos antiguos y nuevos, formando contornos inesperados.
El ajuste en las proporciones de la ropa otorga una nueva relación entre el cuerpo y la vestimenta, con una estructura clara y minimalista, utilizando materiales atípicos y dejando al descubierto las costuras originales, lo que resalta un conflicto entre la realidad y el arte.
El lujo de los accesorios se manifiesta en forma de joyas, bolsos y lazos, creando un contraste marcado con la sensación de los materiales originales, y este contraste desafía aún más la definición tradicional de las características femeninas. En la disposición general, la intersección entre lo primitivo y lo refinado, la estructura y la decoración, permite a los espectadores sentir la ingeniosidad del diseñador. El soporte metálico reconfigura el espacio, mientras que la alfombra creada por la diseñadora Catherine Martin alude de manera sutil a la complejidad y la dualidad implícita en las prendas.
Este gran desfile muestra una dualidad visual que reinterpreta y redefine las cualidades femeninas, invitando a una reflexión profunda.